Religión

EL SOCIALISMO Y LA RELIGION

 

De: EL SOCIALISMO Y LA RELIGION

3 de diciembre de 1905

Firmado: N. Lenin.

 

La opresión económica de los obreros suscita y engendra inevitablemente todo género de opresión política, de humillación social, de embrutecimiento y embotamiento de la vida espiritual y moral de las masas. Los obreros pueden conseguir una mayor o menor libertad política para luchar por su emancipación económica, pero ninguna libertad les librará de la miseria, el paro forzoso y la opresión mientras no sea derrocado el poder del capital. La religión es uno de los tipos de opresión espiritual que cae en todas partes sobre las masas populares, abrumadas por el trabajo eterno para otros, por la pobreza y la soledad. La impotencia de las clases explotadas en la lucha contra los explotadores da origen también inevitablemente a la fe en una mejor vida de ultratumba, del mismo modo que la impotencia de los salvajes en la lucha contra la Naturaleza hace nacer la fe en los dioses, demonios, milagros, etc. La religión enseña resignación y paciencia en la vida terrenal a quienes trabajan y pasan necesidades toda la vida, consolándolos con la esperanza de recibir la recompensa en el cielo. Y a quienes viven del trabajo ajeno, les enseña caridad en la vida terrenal, ofreciéndoles una absolución muy barata de su existencia de explotadores y vendiéndoles a precios módicos pasajes al bienestar celestial. La religión es el opio del pueblo. La religión es una especie de aguardiente espiritual en el que los esclavos del capital ahogan su fisonomía humana, hunden sus reivindicaciones de una vida digna del hombre.

Pero el esclavo que adquiere conciencia de su esclavitud y se alza a la lucha por su manumisión ya no es más que semiesclavo. El obrero consciente de nuestros días, educado por la gran industria fabril e instruido por la vida urbana, se sacude con desprecio de los prejuicios religiosos, deja el cielo a los curas y mojigatos burgueses y lucha por conquistar para sí una vida mejor aquí, en la Tierra. El proletariado moderno se colora al lado del socialismo, que incorpora la ciencia a la lucha contra la niebla religiosa y libera a los obreros de la fe en la vida de ultratumba, al unirlos para la verdadera lucha por una vida mejor en la Tierra.

La religión debe ser declarada un asunto privado: es costumbre expresar corrientemente con estas palabras la actitud de los socialistas ante la religión. Pero hay que determinar con exactitud el significado de estas palabras para que no puedan dar origen a confusión alguna. Reclamamos que la religión sea un asunto privado con respecto al Estado, mas en modo alguno podemos considerar la religión como asunto privado con respecto a nuestro propio Partido. El Estado no debe tener nada que ver con la religión; las asociaciones religiosas no deben estar vinculadas al poder del Estado. Cada cual debe tener plena libertad de profesar la religión que prefiera o de no confesar ninguna, es decir, de ser ateo, como lo es habitualmente todo socialista. Es intolerable por completo cualquier diferencia de derechos entre los ciudadanos según sus creencias religiosas. En los documentos oficiales debe ser suprimida incondicionalmente hasta la menor alusión a una u otra religión de los ciudadanos. No debe existir asignación alguna del Estado a la Iglesia, ninguna entrega de sumas del Estado a las asociaciones eclesiásticas y religiosas, las cuales han de ser asociaciones completamente libres, independientes del poder, de ciudadanos unidos por la comunidad de creencias. Unicamente la satisfacción íntegra de estas reivindicaciones puede poner fin al vergonzoso y maldito pasado, cuando la Iglesia se encontraba en dependencia feudal del Estado, y los ciudadanos rusos se hallaban en dependencia feudal de la Iglesia oficial, cuando existían y se aplicaban leyes medievales, inquisitoriales (existentes hasta ahora en nuestros códigos y reglamentos penales), que perseguían por sustentar determinadas creencias o por no tener ninguna, violentaban la conciencia del hombre y vinculaban los puestecillos oficiales y los ingresos fiscales al reparto de uno u otro mejunje eclesiástico-estatal. Separación completa de la Iglesia del Estado: tal es la reivindicación que presenta el proletariado socialista al Estado contemporáneo y a la Iglesia contemporánea.

 


Al servicio de la ciencia y la cultura

Contra el oscurantismo y el parasitismo

VOLVER A LA PORTADA

Queremos oír sus opiniones

Envíelas al correo electrónico

luzmasluz@luzmasluz.org